¿Sabías qué la hofftitis, es una inflamación en la grasa hoffa? Esta afecta al aparato extensor de la rodilla y puede ser muy dolorosa si no se trata a tiempo. Es por ello, que hoy te explicaremos, de manera clara y precisa, qué es la hofftitis, sus causas, y su tratamiento.
La hofftitis es considerada una patología, ya que, afecta el tejido graso localizado en el área trasera del tendón rotuliano. Incluso, puede provocar incapacidad al mover la rodilla.
Suele ser confundida con la tendinitis rotuliana, debido a que parte de sus síntomas son muy similares. Pero, para diferenciarlas, es necesario tomar una resonancia magnética. Ten en cuenta que puede producirse por diversos factores, ya sean postraumáticos, anatómicos o quirúrgicos.
¿Cuáles son las causas de la hofftitis?
Sus causas son totalmente variadas, pero lo más común, suele ser debido a sucesos repetitivos, ya sea porque corras o montes a la bicicleta a niveles muy intensos, y a periodos de tiempo continuos. En otras palabras, tiene relación directa con los periodos extensos deportivos, y la mala práctica.
Debes tener en cuenta que, aunque se lleve a cabo alguna actividad física de bajo nivel, al realizarse bajo un volumen alto e intenso en los entrenamientos, también eres vulnerable a la hofftitis.
Incluso, la mala posición de la rodilla durante el día, tener hiperextensión de rodilla o mal alineamiento del fémur, a largo plazo, podrían ser las causantes de esta inflamación.
¿Cuál es el diagnóstico de la hofftitis?
Como protocolo, es necesario realizarle al paciente una revisión física. Se le invita a colocarse en forma de sedestación, y se les presiona a ambos lados del tendón rotuliano, para luego pedirle que flexione completamente la rodilla.
Es necesario realizar todas las pruebas posibles, para ir descartando otras patologías, ya que, muchas de ellas suelen tener los mismos síntomas, y poder acatar un tratamiento preciso. Para ello, lo más recomendado es realizarle al paciente una resonancia magnética.
Tratamiento para la hofftitis
En estos casos, lo ideal es realizar una serie de estiramientos y ejercicios. Pero, no está de más proporcionarle al paciente antiinflamatorios orales.
Una vez disminuida, en gran parte, la inflamación, se puede proceder a las prácticas fisioterapéuticas, basadas en un programa de ejercicios determinados y progresivos, los cuales serán capaces de controlar la inflamación y fortalecer la musculatura, estas se dividen en:
Fase Inicial
El objetivo de esta fase es no aumentar la presión en el área, para ello, se aplicarán ejercicios isométricos en los cuádriceps en la extensión de rodilla a 0°, de 3 a 5 series, 30 segundos de duración, una o dos veces al día, dependiendo del paciente.
En esta fase inicial, podemos hacer uso de la bicicleta, con un soporte en la parte trasera, caminar en plano, y natación, evitando las contracciones del cuádriceps.
Fase Media
Para comprobar que el vasto medial se contraiga correctamente, y la buena alineación de la rótula, se den iniciar esta fase con la extensión de rodilla en cadena cinética abierta, empleando los últimos 30° grados.
Si los resultados son favorables, con el pasar de los días, podemos ir aumentando los grados hasta llegar a los 90° de la extensión de la rodilla.
Fase Final
Si el dolor de rodilla no se hace presente durante la sesión, podemos empezar con ejercicios en cadena cinética cerrada, más específicos, con la sentadilla en pared con el fitball. Luego, podemos dar inicio al siguiente ejercicio, la sentadilla normal. Si la rodilla pasa por delante del pie del paciente y provoca una presión, y si no es para nada dolorosa, quiere decir que hemos completado las fases anteriores correctamente, y que la progresividad ha hecho de las suyas. Si deseas más información o quieres que un experto te ayude, contacta con nosotros, en Fisiost Murcia estamos para ayudarte.